APUNTES SOBRE LA COMUNICACIÓN NO VIOLENTA

Irene González, Técnica de proyectos en KOA Programme, Área de Bienestar Emocional

Actualmente, en el planeta conviven más de 8 billones de personas. Se reconocen 195 países diferenciados. Hay registro de más de 7.000 idiomas. Y se hace difícil calcular el número de culturas diferentes existentes.

¿Alguna vez te has preguntado con cuántas diversidades llegarás a comunicarte a lo largo de tu vida? Seguramente con muchas. Y de la habilidad para adaptarte a cada una de ellas y a su contexto, dependerá que estas comunicaciones resulten exitosas o no.

Pero, ¿por qué es importante que nuestras comunicaciones acaben siendo exitosas? Resumiendo: porque necesitamos conseguir cosas de nuestro entorno constantemente, y para ello tenemos que pedirlas. El cómo lo hacemos condicionará que consigamos lo que necesitamos en mayor o menor medida.

Y, ¿depende sólo de cómo nosotros lanzamos el mensaje que consigamos lo que pedimos? La respuesta es obvia: no.

Es aquí donde otros aspectos toman peso y condicionan tanto al emisor como al receptor.

Es decir, no va a depender solamente de la forma en que se hace llegar el mensaje sino también de si hay interferencias, de cómo se recibe y desde dónde se escucha.

Es por esto que la comunicación no violenta (de aquí en adelante CNV) podría plantearse como un nuevo escalón en la evolución del lenguaje: porque su filosofía y método pueden ayudarnos a conseguir mayores probabilidades de hacer llegar (enviar) y que se reciba nuestro mensaje (necesidad) con mayor receptividad.

¿QUÉ ES LA CNV Y DE DÓNDE VIENE?

Fue Marshall Rosenberg, psicólogo estadounidense que dedicó su carrera a la mediación en zonas de conflicto y a la enseñanza de la promoción de la reconciliación y la resolución pacífica de diferencias, quien acuñó el término Comunicación no violenta.

La definía como una herramienta poderosa para resolver pacíficamente diferencias a nivel personal, profesional y político. Y así lo demostró con su ejemplo en 60 países capacitando y trabajando con grupos como educadores, oficiales militares, prisioneros, policías y funcionarios penitenciarios, funcionarios gubernamentales en áreas devastadas por la guerra y países económicamente desfavorecidos. [1]

Como puede apreciarse, los ámbitos de intervención de Marshall no eran los que tenían de entrada el escenario más favorable. Podríamos decir que su base de trabajo con la CNV era el conflicto.

ENCUADRE DE LA CNV: NECESIDADES Y CONFLICTO

Como comentaba, hay muchos factores que influyen en el éxito de nuestra comunicación. Y uno de ellos es que en muchas de las comunicaciones va a haber más de un individuo presente, ya que habitualmente vivimos en sociedad. Por lo tanto, van a entrar en juego las necesidades de todas las personas participantes a la vez.

Al haber varias personas implicadas van a presentarse diferencias. Y como dice Pilar de la Torre, psicóloga fundadora del Instituto de Comunicación no Violenta, en una entrevista: “las diferencias pueden llevar a desencuentros. Y a veces los desencuentros pueden llevar a un conflicto”[2].

Pero que no nos asuste la palabra conflicto. Evitemos asociar el conflicto a algo negativo.
Entender el conflicto como la oportunidad de conocer también la necesidad de la otra parte, nos ayudará a encontrar el encaje entre nuestra necesidad y la suya y, por tanto, aumentar su receptividad. Si hay conflicto es porque alguna necesidad está siendo desatendida y esa persona necesita que se le ayude a cubrirla.

La CNV podría plantearse como un juego en el que se ponen sobre la mesa las diferentes necesidades y hay que pensar en la estrategia para satisfacer el máximo número posible de ellas. Para ello jugaremos con ventaja si partimos de la escucha activa, la empatía y la calma para favorecer la reflexión y que nos ayude a concentrarnos en encontrar la mejor solución para todos.

Como dice Rosenberg en su libro Ser paz en un mundo de conflicto: “ser paz ofrece la promesa de reducir e incluso eliminar el conflicto en primer lugar”[3]

Y es desde aquí, desde uno mismo, desde la autobservación, el autoconocimiento y la autoregulación del mundo interior propio, que empezamos a aprender las bases de la CNV, la que depende de nosotros mismos. Con esto ya tenemos mucho ganado.

OTROS ASPECTOS A TENER EN CUENTA PARA INICIARSE EN LA CNV

Practicar la CNV es un proceso. Y para conseguir dominar este arte, debemos tener clara la base.

Para empezar, según la CNV, detrás de cada expresión que hacemos a otros, residen unos sentimientos/emociones y unas necesidades. El problema muchas veces nace cuando a la hora de comunicarlos, tanto con los demás como hacia nosotros mismos, envolvemos estas necesidades y sentimientos con juicios o críticas morales. Y esto nos aleja de la esencia de lo que sentimos y necesitamos, y a la vez nos aleja de los demás.

Ponemos un ejemplo de comunicar una necesidad en la que hay implícito un juicio y cómo desvincularlo de la necesidad que hay detrás.

Situación entre compañeros de trabajo: “Cuando me ignoráis en las reuniones me siento rechazado y necesito que me tengáis en cuenta en el equipo”. En esta comunicación los sentimientos de rechazo y de ser tenido en cuenta por el resto de personas tienen implícito el juicio de que las otras personas están o no están haciendo algo: “rechazar” y “no tener en cuenta”, hecho que la persona que comunica asume como válido y real, pero que solamente corresponde a las otras personas saber si son ciertos o no.

Reconvirtamos esta comunicación prescindiendo de los juicios:

Cuando hablamos y exponemos ideas en las reuniones me siento frustrado e inseguro. Necesitaría poder exponer con vosotras mis ideas de forma abierta y confiada.”

Al liberar las emociones y necesidades de los juicios y críticas, evitamos que las otras personas se sientan atacadas y se pongan a la defensiva. Un buen primer paso para que nuestros sentimientos y necesidades sean recibidos con ganas.

AHORA LOS PASOS A SEGUIR

Así pues, y teniendo en cuenta que la base es poder expresar sentimientos y emociones sin emitir juicios, se propone una estructura en 4 pasos a seguir una vez ya sepamos detectar emociones y necesidades “puras”:

Primer paso: OBSERVACIÓN: comunicamos cuál es la situación que queremos exponer sin interferencias de juicios o críticas. Sólo una explicación lo más objetiva posible de aquello que está sucediendo.

Segundo paso: SENTIMIENTOS/EMOCIONES: expresamos qué sentimientos/emociones nos genera esa situación teniendo en cuenta que sean emociones que sólo nos involucren a nosotros mismos. Aquí un listado[4] de emociones propuestos por la Asociación para la Comunicación no violenta.

Tercer paso: NECESIDADES:  comunicamos la o las necesidades que hay detrás de esa situación, qué queremos conseguir. En este listado[5] tenéis necesidades expuestas por el Instituto CNV.

Cuarto paso: PETICIÓN: después de exponer todo lo anterior, debemos hacer llegar de forma clara lo que pedimos a la o las otras personas. Que llegue una petición concreta que el otro entienda y pueda atender y poner en marcha, siempre y cuando quiera hacerlo. También debemos estar preparados para recibir un no por respuesta.

Y, ¿ASÍ DE FÁCIL? VEAMOS QUÉ MÁS HAY QUE TENER EN CUENTA

Ahora que conocemos las fases, debemos tener claro que para que sea un intercambio, y no sólo una de las partes quede satisfecha (recordemos que la CNV promueve el win-win para facilitar receptividad y consecución), cuando la primera de las partes expone todas estas fases desde su perspectiva, la o las otras personas deben comunicar que están entendiendo y recibiendo lo que se está comunicando.

Para ello hay diferentes estrategias como, por ejemplo, la repetición de lo que acabamos de escuchar para garantizar que el mensaje está llegando como se quiere: técnica en Eco. Ejemplo sobre la situación anteriormente expuesta: “Lo que comentas entonces es que en las reuniones necesitas tener un espacio de escucha y expresión de ideas, ¿verdad?”

Si conseguimos que la otra persona sienta sus necesidades atendidas, podemos pasar a hacer lo mismo con la o las otras personas involucradas.

Y así poco a poco conseguir cubrir las necesidades del máximo de personas posibles. Recordad que este es el objetivo del “juego” que proponemos.

ESTRATEGIA NO SOLO PARA ADULTOS

La CNV no solamente es una práctica para los adultos, sino que también puede promoverse desde bien pequeños y en la adolescencia. En concreto, con los y las adolescentes parece haber una barrera en la comunicación con las personas adultas y la CNV puede ser un canal que fomente las relaciones interpersonales. Éstas son fundamentales para el desarrollo del cerebro adolescente, y para estimular competencias como la empatía y la asertividad, bases para el respecto hacia uno mismo y hacia los demás. La adolescencia es un momento crucial para la formación de la propia personalidad e identidad. Como referencia a esto es recomendable el libro escrito por M.Rosenberg “Educar a los niños desde el corazón” donde podéis profundizar en cómo trabajar la CNV en otras etapas vitales.

NO OLVIDEMOS CUIDAR DE NOSOTROS MISMOS

Pero esto de la CNV no sólo se recomienda practicarlo hacia las demás personas, sino también hacia uno mismo.

Y es que la CNV enfatiza en la importancia de comunicarnos con nosotros mismos también de forma pacífica. Es decir, evitando juzgarnos y apartando de las observaciones, emociones, necesidades y peticiones que nos hacemos, las exigencias, comparaciones y críticas que acostumbramos a asociarles de forma inconsciente.

¿Te animas pues a probar los pasos de la CNV?

CONCLUSIÓN

Una vez repasada la práctica y filosofía de la CNV es recomendable hacer una parada para reflexionar sobre la manera en cómo nos comunicamos con nosotros mismos y con el resto. Ahora que conoces un poco más en qué consiste y cómo ponerla en práctica te invito a reflexionar al finalizar tu día:

¿Cuántas veces en tu día a día atiendes a las emociones, necesidades y peticiones de las demás personas?

¿Cuántas reflexionas sobre las tuyas?

¿A cuántas situaciones de conflicto respondes desde la calma?  ¿Y desde la escucha activa hacia la otra persona? ¿Y contigo misma?

¿Dejas claras tus peticiones?

¿Separas las emociones y necesidades de juicios y críticas?

PARA ACABAR

Somos muchas personas y muy diversas, pero todas tenemos necesidades y emociones similares.  Practicar la CNV busca puntos de encuentro entre las diversidades. Porque a pesar de ser distintos, podemos encontrar la forma de entendernos y hablar un lenguaje común pacífico y positivo que nos ayude a sentirnos más cercanos.

 

 

[1] Rosenberg, M. (2006) Comunicación No violenta – Un Lenguaje de Vida. Gran Aldea Editores.(https://www.cnvc.org/es/sobre/cnvc/mariscal)

[2] De la Torre, P. (23 de Enero de 2023) Fundamentos y prácticas de comunicación no violenta: Cómo resolver conflictos desde la empatía. Arpa Practica

(https://aprendemosjuntos.bbva.com/especial/como-resolver-los-conflictos-con-tus-hijos-pilar-de-la-torre/ )

[3] Rosenberg, M. (2018) Ser paz en un mundo de conflicto– Lo próximo que diga cambiará su mundo  Editorial Acanto

[4] ACNV: Asociación para la Comunicación NoViolenta (27 Mayo 2018) Sentimientos y necesidades. Recuperado de: https://www.asociacioncomunicacionnoviolenta.org/wp-content/uploads/SentimientosACNV.pdf

[5] Instituto de comunicación no violenta (2014) Algunas necesidades humanas fundamentales que tenemos en común. Recuperado de: https://www.comunicacionnoviolenta.com/wp-content/uploads/2020/06/listado-de-necesidades.pdf