JORNADA DE EMPLEABILIDAD: CRUZAR MIRADAS POR UNA RESPUESTA INNOVADORA A UN DESAFÍO GLOBAL
Ana Caruezo Carnero, comunicadora científica y social.
La jornada “Empleabilidad Juvenil: cruzar miradas por una respuesta innovadora a un desafío global”, organizada por Nous Cims en colaboración con Escuelas de Segunda Oportunidad, Somos F5, Ayuda en Acción y Simplon.co, tenía como propósito convertirse en un espacio de encuentro, intercambio y reflexión entre profesionales que trabajan en distintos países para mejorar las oportunidades formativas y laborales de las y los jóvenes.

El encuentro puso el foco en la necesidad de acompañar desde una mirada integral: más allá de la formación técnica, es imprescindible atender al bienestar emocional, a las inquietudes y a los contextos vitales de cada joven.
A lo largo del encuentro se compartió una convicción profunda: las juventudes abren caminos. Ya sea en Sant-Louis, Barcelona, París o Bogotá, comparten una misma fuerza transformadora que invita a cooperar, a cruzar miradas y a tejer una red intercontinental capaz de proponer respuestas innovadoras a retos comunes.
Ubicar a los y las jóvenes en el centro del cambio
El primer bloque, “¿Cómo transformar la formación para colocar a los jóvenes en el centro del cambio?”, reunió a diferentes ponentes que coincidieron en una idea clave: los y las jóvenes no son beneficiarios; son protagonistas de su propio proceso formativo y vital.
Antes que las competencias técnicas, destacaron la necesidad de trabajar el ser: reforzar la autoestima, canalizar emociones, construir vínculos, aprender a trabajar en equipo y desarrollar todas aquellas habilidades blandas (soft skills) que sostienen la autonomía y el futuro profesional. Como expresó Moussa Diop, CEO de GPES x Challenge Hub, “Cuando acompañas a jóvenes te sitúas en el corto plazo, pero siempre con una mirada de futuro.”
Se defendió una visión de la educación como un proceso transformador y no como la obtención de un título, y del empleo no solo como un puesto al que acceder, sino como una vía para construir un proyecto de vida: un camino hacia la autonomía, la dignidad y la participación social.
Desde esta mirada, el acompañamiento debe ser respetuoso y no impositivo. Solo así pueden aparecer motivaciones auténticas que permitan a cada joven trazar itinerarios que les ayuden a crecer, descubrirse y proyectarse más allá del corto plazo.
Retos compartidos: construir puentes reales con el mundo laboral
El segundo bloque abordó un reto urgente: cómo construir puentes sólidos entre la formación y el mundo laboral. Las ponentes coincidieron en un diagnóstico claro: el sistema educativo y el sistema empresarial hablan idiomas diferentes.
Se compartieron buenas prácticas centradas en un principio esencial: para orientar adecuadamente, hay que conocer a la persona (su recorrido vital, sus inquietudes y sus ilusiones) y convertir todo ese potencial en un activo real para su empleabilidad. Asimismo, se insistió en que formarse y explorar nuevas vías de vida siempre es posible, si existe un ecosistema que acompañe, abra puertas y haga sentir capaces a los jóvenes.
Ante este desencaje, el reto es construir un puente sólido y significativo entre dos realidades que, con demasiada frecuencia, no se comunican de la misma manera. Bouna Kane, director, SIMPLON.co África, comentaba: «Hemos formado a más de 30.000 personas, con un índice de inserción de más del 90%. ¿Qué hacemos para conseguir esto en África siendo un continente pobre? Hemos invertido las tornas, nos hemos centrado en el método e intentamos reproducir el mundo empresarial en el aula».
Y como indicaba Juanjo Berbel, el trabajo es flexible, cambiante. Y por ello debemos combinar las 3 Cs:
- Conocimiento: potenciar las soft skills, 7 de cada 10 empresas las valoran por encima de los conocimientos técnicos.
- Corresponsabilidad: exigir a las empresas transparencia e inclusión, y al sistema educativo, apertura hacia el mundo laboral.
- Cooperación: construir alianzas basadas en aprendizajes experienciales, itinerarios prácticos y retos compartidos.
Mirada de futuro: innovación, impacto y oportunidades
El tercer bloque, dedicado a la innovación y la evaluación de impacto, puso de relieve cómo ambos elementos se convierten en motores fundamentales para mejorar las oportunidades laborales de las juventudes.
La innovación (tecnológica, social o metodológica) genera necesidades de formación y capacitación, creando nuevos perfiles profesionales y abriendo caminos que antes no existían. Esto la convierte en una ventana de oportunidad para los jóvenes. Al mismo tiempo, las innovaciones aportan ventajas competitivas que las hacen atractivas para el mercado, generando espacios donde los jóvenes pueden destacar y construir trayectorias con mayor proyección.
Las ponentes subrayaron, además, el valor de la evaluación de impacto como una herramienta de aprendizaje colectivo que permite mejorar continuamente los programas, ajustar las intervenciones y garantizar que estas responden a las necesidades reales de los jóvenes y los territorios.
Una red global para avanzar hacia una empleabilidad más justa
La jornada concluyó con una reflexión compartida: los retos de las juventudes en el norte y en el sur del planeta comparten raíces comunes, aunque se expresen en contextos culturales distintos. Desaprender imaginarios, escuchar, compartir y co-crear se revelaron como ingredientes esenciales de la innovación social.
Como resultado de las conexiones creadas durante la jornada, se anunció la creación de una coalición internacional para la juventud y la innovación social, destinada a continuar el intercambio de experiencias, identificar innovaciones replicables y promover nuevos partenariados que impulsen cambios sistémicos.
Tal como expresó Astrith Johana Armijo, coordinadora de la Red Juvenil Chocoanas de Colombia: “El trabajo en red es mucho más poderoso y son mucho mayores los frutos que podemos cosechar.”